A día de hoy, se tiende a escuchar como se califica de líder con tanta facilidad como lo tiene perder el valor de esas palabras. Podríamos estar cayendo en una asociación "orwerlliana", ya que si a cualquier jefe o cargo con autoridad le comenzamos a llamar líder, entonces olvidaremos lo que realmente es un líder y su calificación dejará de tener importancia.
Si atendemos a su definición, un líder es quien encabeza un grupo o movimiento; ésto ni si quiera requiere una posición de autoridad y/o una suma de poderes como en el caso de un jefe. Por tanto, podemos deducir que realmente un líder es quien mueve a las personas en un sentid, y para hacer ésto no basta con tener dinero, o subirse a un pedestal y leer un discurso, se necesitan principios, ideales, causas y bases, una cultura, un optimismo por algo mejor, la preocupación por cada uno que te apoya, escuchar...es decir, mostrar respeto, y por ello merecerlo. Y si, respeto y no miedo; otra suplantación bastante común que mezcla lo que es y lo que se quiere que sea, ya que es mucho más fácil obtener la sumisión por el miedo, que la ayuda por el respeto.
Por eso hay que empezar a discernir entre quien quiere crecer por encima del resto de personas, a quien quiere crecer con el resto de personas.